El turquesa es una mezcla de verde y azul, un color que sabe ser intenso y rico como el terciopelo, fresco y cristalino como el agua del mar. En la decoración de interiores el turquesa es un comodín que funciona bien con muchos colores. Pocos detalles y toques son suficientes para definir una habitación turquesa: un color que resalta, embellece e ilumina los ambientes.
El turquesa en la decoración puede evocar atmósferas retro o de diseño moderno. El turquesa es un color con el que difícilmente se comete errores, si lo usamos en dosis adecuadas. A continuación ideas de decoración con turquesa e innumerables combinaciones y variaciones de color.
Una atmósfera etérea y fría, decorada con colores que van desde el blanco hasta el negro, pasando por tonalidades neutras en beige y gris, les basta un porcentaje pequeño de turquesa para crear una atmósfera vibrante y viva.
Una decoración turquesa combinada con el color rosa oscuro o fucsia funciona muy bien.
Verde lima, amarillo, verde oliva, ocre e incluso ciruela son tonalidades que con el turquesa se ayudan mutuamente.
El turquesa es un color fuerte, dominante, pero al mismo tiempo "versátil", que se combina con muchos colores y con resultados y efectos diferentes, pero siempre sorprendentes.
Si usted no es muy osado limítese a pocos toques de turquesa, un cojín o una vela sabrán hacerse notar.
Baños color turquesa
Fotos: Designmag, Designstyle